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martes, 1 de noviembre de 2016

LA CRISIS DEL CRISTIANISMO EN UN MUNDO GLOBALIZADO Y EN UNA IGLESIA FRACTURADA

LA CRISIS DEL CRISTIANISMO EN UN MUNDO GLOBALIZADO Y EN UNA IGLESIA FRACTURADA

     Teniendo como base la teología del pueblo, también llamada teología de la cultura, sus implicaciones para la reforma de la Iglesia y su posición ante la tendencia dominante de la globalización en occidente. El Papa Francisco promueve desde su pontificado con mucha fuerza y determinación la reflexión profunda sobre la nueva visión e interpretación teológica, social y cultural de:   pueblo, hermenéutica popular, movimientos sociales y cultura del encuentro.
    La Iglesia Católica Cristiana necesita adaptarse a los cambios sociales, culturales e ideológicos de una cultura universal con matices de globalización, imperante en  el siglo XXI, por lo que debe repensar su forma de llevar el mensaje espiritual centrado en  la vida en Cristo e insertarse en la cultura de los diferentes países permeados por la globalización pero con características muy particulares unos con más y otros con menos problemas sociales y culturales. Ahora bién, en el contexto Latinoamericano es fundamental  revisar y actualizar las nociones de cultura, evangelización y pueblo ya que dentro de lo que Tello denomina Cultura Eclesial;  con el futuro por delante no nos animamos a pensar y a reflexionar sobre  la dinámica  compleja en la que se mueven los grupos humanos.
     En éste contexto de ideas, es fundamental que la Iglesia Católica  se fusione con  la cultura de los pueblos fundamentalmente los  pobres, ansiosos de liberación, a través de mensajes cada vez más claros y contextualizados. La reflexión sobre  el entendimiento desde una visión hermenéutica  de lo que significa su realidad y los nuevos retos que la sociedad actual plantea, permiten construir una visión teológica  moral y  liberadora que permita responder  a la necesidad de la recuperación de su dirección como guia espiritual y social.
     Francisco propone una hermenéutica de la cultura, centrada en la praxis de Jesús y restitución esencial  del  estilo de vida del cristianismo  desde sus orígenes basada en laa reflexión profunda del  mensaje de los  evangelios y la vida fraterna desechando  mensajes anacrónicos y descontextualizados.
   La Cultura eclesial, carente de  una proclamación liberadora del ser humano, requiere ser revisada con miras a responder a las necesidades planteadas en el siglo XXI . Esto se logra reflexionando sobre los sistemas globales y la actitud de la iglesia,  donde las diferentes formas de esclavitud se encuentran presentes generando desasosiego y desesperanza, profundizando la exclusión y el desapego a la fe. Se necesita desarrollo y bienestar integral del ser humano  hacia el camino de su  suprema felicidad sobre bases sólidas y humanitarias con valores religiosos, morales, éticos que promuevan una nueva soociedad más humana,  justa y trascendental.




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